Desde que termino la navidad haciendo una maleta, me estoy preguntando si voy o si vuelvo. Porque si voy, me voy. Lo dejo por algo que todavía me resulta ajeno. Por ignorancia, por inexperiencia, o por no haber encontrado ese calor que te hace volver.
Vuelvo porque quiero o porque me ocurre sin más, como un accidente. A un punto exacto y concreto o sin recordar cuándo ni cómo volví. Vuelvo a lugares, a momentos, a personas. Vuelvo yo, vuelve todo lo demás, y a veces vuelves tú.
No vuelvo con nostalgia. Ni deseando que todo siga fiel a un recuerdo. Vuelvo para ver lo que queda, lo que ha cambiado, lo que se ha roto, lo que se ha curado. Vuelvo a las arrugas, a la luz, a las grietas y a los olores.
Las venidas me dan pausa y gasolina para las idas. Algún día iré y también querré contarlo, pero hoy es para volver.
Y para escribir.