Que sí Mariano, que no te miento. Con la mano en el corazón te puedo garantizar que mi intención es sincera cuando te digo que quiero aprovechar la oportunidad que me das para expresar mi mas rotunda condena a cualquier acto luctuoso con el que mi silencio me pudiera relacionar. No soy ni un maltratador de animales, ni un machista y la dictadura de Corea del Norte me repugna. No tengo ningún problema en condenar la violencia de cualquier tipo ni de cualquier bando. Puedo solidarizarme inmediatamente, si quieres, con los presos políticos de Micronesia si es que existen ahora, en el futuro o cuando sea. Estoy dispuesto a condenar la evasión fiscal, el despilfarro y la corrupción. Todo lo que me pidas.
Y si esto no fuera suficiente, ahora mismo, delante de ti, saco el teléfono y lo dejo escrito y publicado en mi blog, que para eso lo tengo y para que no quede ninguna duda. Aprovecho, además, ya que me das esta oportunidad, para comprometerme a defender la Constitución, las reglas del juego que nos hemos dado y la democracia en general, por lo menos mientras dure y mientras el pueblo y sus representantes democráticamente elegidos no decidan dotarnos de una nueva y mejor (o peor, me da igual. De verdad que no quiero que esto sea un punto de discordia).
Y si me permites, Mariano, y ya para terminar, quiero pedir disculpas a todo aquel que se haya podido sentir ofendido por alguna sola de mis palabras. Lo siento, de verdad, incluso sin saber qué ha causado esa ofensa, lo siento de corazón. Muy probablemente mis palabras hayan sido sacadas de contexto, y si no lo han sido tampoco reflejan al 100% mi parecer sobre el tema en cuestión. Y para que se vea que esta disculpa no es en vano, desde ya mismo me comprometo a que no vuelva a ocurrir. Prometo no hacer ni un solo chiste o comentario más de carácter racista, machista, homófobo, xenófobo, bueno, malo o divertido. Puedo garantizarte que no volverá a ocurrir.
Así que ahora que queda todo dicho, Mariano, por favor, con toda la corrección que he sido capaz de acreditar, dándote los buenos días y las gracias, y pidiendo siempre las cosas por favor, ¿serías tan amable, y sólo si no te resulta ninguna inconveniencia y si tienes un ratito libre, de ponerme un cortado sin azúcar y un pincho de tortilla, por favor?